domingo, 27 de septiembre de 2009

FALLIDO CONSTRUCTIVISMO CONSERVADOR

El suscrito se ha congratulado el debate generado alrededor del proyecto de “la Constitución de Pro Reforma”, porque todo aporte que ayude a la deconstrucción del error es un aporte a la verdad y por ende a la convivencia pacífica. Sin duda que todo este episodio generado por ProReforma merece un proyecto sistematizador de corte académico. La motivación sería hacer un mejor análisis de esta corriente del pensamiento liberal nativo -los libertaristas-, porque siendo ellos no marginales sino hegemónicos, es necesario tener bases para un diálogo racional entre contrarios, en las claves de Jürgen Habermas, en cuanto a reconocer la genética de los conceptos y sus implicaciones en varios temas.
Pese a lo anterior, el fracaso anunciado de la Constitución de ProReforma, tiene que ver con dos factores internos y dos variables políticas:
Factor interno uno: La “fatal arrogancia” de intentar acomodar un sistema económico mediante un ropaje institucional en donde por ejemplo, el fin ultimo es constituir una “antidemocracia de elites”, para lo cual han tenido que imaginar un diseño –no propio por cierto- en el que es clave la figura del senado, donde críticos y defensores se han debatido por el tema de la edad, como si lo esencial del proyecto fuera constituir un gobierno de sabios, cuando no es así. Sin embargo dicha propuesta senatorial ha revelado, una “miseria sociológica” como acertadamente ha publicado Edelberto Torres-Rivas, porque se hizo evidente que ellos no conocen al país, ya sea por ignorancia turística o posicionamiento de clase o cerrazón dogmatica. Lo más visible de su error de cálculo en la respuesta ciudadana, ha sido la invisibilización de los pueblos indígenas y la exclusión de las juventudes en su diseño, entendible si uno conoce que para ellos el mercado carece de identidades excepto de consumidores; y donde la República implica Ley antes que humanidad; y Estado de Derecho implica propiedad individual antes que Sociedad; y democracia es un método antes que una mandato.
Factor interno dos: la “la fatal arrogancia” que supone caer en el constructivismo tan criticado por ellos, sólo que a la inversa, de corte conservador, con una serie de premisas falsas como dar por sentado que no hay Estado de Derecho y que la democracia representativa es peligrosa, por lo que es necesario separar el Derecho de la Economía y de la Política; cuestión que es filosóficamente inconsistente, puesto que todo Derecho que se separa de ambos campos ya no es tal, pierde su fuerza legitimadora, hay que decirlo, antes que los derechos está la Justicia.
Variable política externa uno: los políticos no pueden hacerse el harakiri. La política no es un campo autónomo pero tiene identidad propia y por ende los presupuestos del public choic no son más que territorio enemigo para los servidores públicos, aunque les suene a poesía a los empresarios.
Variable política dos: aunque la izquierda política sea marginal, el pensamiento y el sentimiento de izquierda tiene bastante eco entre las organizaciones sociales e indígenas, y allí todavía no se ha olvidado que la derecha más conservadora de este país se unificó para rechazar las reformas constitucionales de 1999, lo cual hicieron paradójicamente con dos argumentos que hoy rechazan: que era mejor hacerlas a través de una Asamblea Constituyente y que el pueblo no conocía todo el paquete de reformas. sigloxxi.com

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