jueves, 26 de noviembre de 2009

DIME DESDE DONDE HABLAS….

… Y te diré quién eres. Esa podría ser la simplificación de lo que en un anterior artículo abordé el tema del polilogismo, el reconocimiento de que la Verdad suele tener una naturaleza contextual y diversa, según una determinada construcción social, de donde resulta que hay muchas lógicas, casi todas ellas válidas en sí mismas. Conviene tenerlo en cuenta, Pero no necesariamente para cuestionar su esencia sino para poner en perspectiva las posibles intencionalidades de los interlocutores: si la defensa o la promoción de algún bien simbólico o material. En todo caso, son las reglas de la lógica y de la ciencia son las que ayudan a determinar el grado de veracidad de los postulados en cuestión, o si al contrario, son mera retórica –arte de usar argumentos provocadores pero con poco sustento con la realidad- o mera propagada –arte de crear necesidades artificiales apelando a las emociones-.
Ahondando sobre este punto que algunos me han solicitado, señalo lo que en ciencias sociales se ha constatado prolijamente, que la verdad suele estar influida por al menos tres factores: a) el lugar epistemológico, b) el lugar social y c) el lugar histórico desde donde se producen.
Con respecto al lugar epistemológico, significa que el grado de veracidad de una verdad depende mucho del marco teórico y metodológico empleado para establecerla. No es lo mismo hablar de la Democracia como un mero método de selección aritmética que como una lucha por la soberanía popular. A mayor ciudadanía mayor democratización. O de los impuestos como un deber ciudadano en vez de un despojo; o de la libertad como un valor multidimensional universal, pero siempre relativo a verla como sinónimo de propiedad individual, únicamente (así F. Bastiat). Tampoco es lo mismo aplicar estándares demasiados altos a un fenómeno para hacer que la realidad coincida con la teoría y no al revés.
Con respecto al lugar social indica lo obvio: no es lo mismo hablar desde la perspectiva del que tiene y retiene del que no tiene. Ni desde el que habla como jefe que del que está abajo; ni desde el que es creyente que del que no lo es; en fin. Asimismo el lugar histórico indica que no es lo mismo justificar la esclavitud en el siglo XVII, que hacerlo desde el siglo XXI donde la vigencia de los derechos humanos hace inmoral dicha práctica, si bien nuevas y sutiles formas de esclavitud se erigen cada día en nombre de la flexibilidad laboral. Tampoco es lo mismo hablar del uso del condón en los años 60 cuando podía ser solo una moda en medio de una sociedad conservadora, que ahora mismo en tiempos de sobrepoblación, enfermedades de transmisión sexual y la revolución tecnológica.
Algunos quisieran que este tipo de análisis no se aplicaran, sino que simplemente se reconociera la absoluta validez de sus verdades particulares. Pero ello no sólo no es posible sino que bien aplicadas estas referencias nos ayudan a desnudar intencionalidades y las megafalacias sobre las que se erigen determinadas posiciones grupales.
Recientemente escuché de un amigo decir que Guatemala era una sociedad socialista y del peor tipo. Otro afirmaba que en Guatemala no existe libertad económica. Siendo que ambas afirmaciones apuntan hacia lo mismo, negar la realidad o distorsionarla, la única explicación es que su intencionalidad es promover la veracidad de su propio evangelio, sin evidencia de por medio.

jueves, 19 de noviembre de 2009

PROREFORMA Y LOS OPTIMATES, ¿VAN?

La Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales del Congreso de la República, ya terminó con las Audiencias Públicas para escuchar a diversos sectores sociales sobre las propuestas de reformas constitucionales, especialmente el Proyecto de Constitución de Pro de Reforma, que es la que ha recibido mayor atención. Se sabe que ahora los miembros de la Comisión dispondrán de una “encerrona” de tres días para consensuar la forma del dictamen. Los registros secretariales de la Comisión confirman que entre las casi 90 entidades sociales y sectoriales consultadas en las Audiencias Públicas del Congreso, apenas 6 organizaciones ligadas moral, personal e intelectualmente entre sí, respaldan la de Pro Reforma.
Como se sabe, la propuesta de Pro Reforma se basa en la idea gravitacional de la Universidad Francisco Marroquín de que el Mercado debe ser libre de todo control y rectoría por parte del Estado Democrático (i.e. sus instituciones, políticas e impuestos), para lo cual proponen situar el Derecho Privado por encima del Derecho Público, para lo cual se vuelve fundamental el diseño de un Senado muy parecido al que planteaban los Optimates –corriente aristocrática enemiga del pueblo en especial de las leyes agrarias, del periodo de la República Romana tardía-. Los optimates era la crema y nata de los Nobile (familias nobles) para quienes abogaban mayores privilegios, por lo que sus principales adversarios eran la fracción política de los Populares. Los Optimates reclamaban volver a un Senado restringido, minúsculo y sin los odiados Populares. El parecido con la esencia de la propuesta de Pro Reforma y de Hayek en particular, es notorio. En efecto, yo he escrito antes que tal propuesta persigue reconocer a nivel constitucional “la soberanía de la minoría”; sobre la base de absolutización teórica de los derechos de propiedad individual. Misma que no es otra cosa que la elevación de la ideología elitista dominante como ideología oficial de la comunidad política, entre otras consecuencias secundarias.
Volviendo al punto, la tardanza del dictamen por parte de la Comisión ha hecho sospechar a muchos que el cabildeo de este particular nuevo grupo de presión que son los libertaristas, está surtiendo efecto. Porque la resolución del caso, parecía sencilla, anecdótica, pero no ha sido así. Más bien parece que ahora algunos miembros de la Comisión tienen el dilema de decirle a Pro Reforma: a) “los elementos de análisis indican, que su propuesta es descabellada y/o contiene demasiadas anomalías constitucionales”; o: b) “hallemos una salida honrosa para su importante aporte”.
Supongamos que este 26 de noviembre cuando empiezan las deliberaciones sobre este punto en el Congreso, la Comisión le propone a Pro Reforma una solución castrada de su propuesta, digamos, sin el tema del Senado, ¿lo aceptarán? Podría ser que lo acepten en un acto de audacia adoptando una estrategia de gradualismo político, yendo a paso a pasos, como en el caso del crédito cero bancario. En este escenario sólo la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) podría inclinar la balanza, pues urgidos como están de una reforma fiscal y sabiendo que entre Pro Reforma y el sector privado organizado hay una íntima conexión ideológica, bien podrían negociar a cambio de que la reforma se apruebe. Si esto ocurre, el otro año tendremos una Consulta Popular sobre unas reformas constitucionales que no son las que la sociedad necesita para modernizar y democratizar el Estado y la Democracia. sigloxxi.com, jueves 19 de nov.