lunes, 12 de octubre de 2009

AUTORITARISMO Y DEMOCRACIA

(O, de por qué era necesario condenar el Golpe de Estado hondureño). La democracia como sistema tiene muchos enemigos, como toda sociedad abierta. Pero ella es el reino de la libertad con propósito. Esto es así, debido al origen de su legitimidad -el pueblo-; por sus fines –poder para todos-; por sus medios –elecciones libres y abiertas-; por su esencia –el mandato de la mayoría y el pluralismo-; y por su forma –la igualdad-, que hacen de ésta la síntesis de lo público y lo privado. Tal sería una noción prescriptiva y horizontal de la democracia. Las alternativas a ella son el autoritarismo o la fachada democrática. En la primera, se pueden distinguir tres clases: a) las dictaduras; b) los gobiernos autoritarios, y c) los estilos autoritarios a todas las caracteriza la intolerancia ideológica con los “ajenos”. Las primeras, son las dictaduras típicas, que pueden ser singulares o plurales, carismáticas o burocráticas. En nombre de pretendidos valores universales –como defensa de la libertad- imponen en realidad su orden, su disciplina por coacción, para aplacar la libertad de ser, individual, intelectual y colectiva.
En cambio, los gobiernos autoritarios son aquellos donde la realidad indica que unas élites claramente identificadas y de manera permanente boicotean el reciclaje del sistema. Que incluso pueden convivir con la democracia pero en una forma enrarecida de ella. Sus controladores son grupos exclusivos que en nombre de valores universales -como la libertad- la usan como excusa para defender sus privilegios de casta en el poder (político/económico). La democracia se convierte en una especie de religión falsa, la que por intermedio de la gran prensa, nos que vende la idea de que el voto es una hostia sagrada, en el que por gracia infusa somos demócratas cada cierto tiempo, cuando en la práctica asistimos a un juego competitivo entre los mismos grupos dominantes en vez de un libre examen de ideas, líderes y alternativas.
Otra forma de gobierno autoritario, es la degeneración de los gobiernos mayoritarios, que son cuando las mayorías parlamentarias se rigen por la arbitrariedad y no por el consenso. Que desoyen y debilitan a la oposición política. De ahí que sean necesarias medidas preventivas en el sistema constitucional: separación de poderes, igualdad del voto y/o individualización de la representación política; libertad de expresión y asociación, para asegurar voz a los excluidos.
En la tercera forma denotativa, la de los estilos autoritarios, es la que encierra carisma y poder en ciertos liderazgos y por ello sólo las instituciones democráticas es el antídoto a la tiranía. Para combatirles es inaceptable inyectar medicinas que empeoren la enfermedad.
Dictaduras políticas hay pocas hoy día, gobiernos autoritarios abundan, y los estilos autoritarios todavía más. La diferencia está en el compromiso con la democracia para erradicar el autoritarismo como opción. Por eso era necesario que en Guatemala ciertos grupos empresariales y políticos se distanciaran de la extrema derecha condenando el Golpe de Estado en Honduras, para no dejar en ridículo su apoyo discursivo al Estado de Derecho tanto como su adhesión a la democracia vigente, porque nadie quieres verlos como potenciales promotores de Golpes de Estado en Guatemala. En 1992 muchos sectores manifestamos cero tolerancia con el Golpe porque esa es la frontera entre demócratas y reaccionarios. sigloxxi.com

miércoles, 7 de octubre de 2009

EL DUO DINAMICO: CASTRESANA Y NINETH

Carlos Castresana en la esquina internacional junto con Nineth Montenegro en la esquina nacional, han demostrado indefectiblemente que lo que les mueve es la depuración y fortalecimiento del Estado de Derecho en Guatemala, lo cual implica el combate de la impunidad, la corrupción y las mafias incrustadas en el Estado. En esa lucha no están solos, una pléyades de entidades de la sociedad civil y empresarial, más la comunidad diplomática, les han acompañado. Pero también hay muchos obstáculos en el camino, el crimen organizado, el contrabando, ex agentes de seguridad del Estado que confabulan invirtiendo millones para salirse con la suya comprando voluntades de profesionales y políticos corruptos.
De lado oscuro de esta lucha por transformar las instituciones de justicia, también hay personas y entidades que no deberían aparecer allí. Resulta extraña la oposición que desde el principio mantuvo, por ejemplo, el Presidente Álvaro Colom contra la Ley de Comisiones de Postulación y la posición ominosa de su partido la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) (y otros partidos transas), en aparente contubernio con el tristemente célebre Rey del Tenis.
Se trata del concepto en general de “Estado capturado”, que acuñó el Banco Mundial para referirse al aparato público penetrado e influenciado por actores no legítimos de la lucha política, insertados mediante la compra de voluntades o infiltrados, o mediante boicots financieros con el fin de obtener pago de favores; usar información privilegiada; acceder a negocios lícitos sin tanta competencia y autogarantizarse impunidad en las Cortes.
Es fácil comprender que el Estado de Guatemala siempre ha estado “capturado” por algunos de los grupos de poder político o económico que lo han usado para beneficiarse al margen de procesos legítimos. Pero hoy día a los tradicionales factores de poder que se han movido a la sombra del aparato público, también se han sumado a la competencia los grupos infames del pasado, crecidos al amparo de la impunidad y la anorexia estatal. Para la extrema derecha que desde el inicio despotricó (ya por principio, ya por comparsa con las mafias) contra la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG) deberían ahora estar reevaluando su esquema, porque sus resultados positivos son obvios.
Pero también nuestras instituciones han funcionado, no todo está podrido, si no véase el determinante papel de la Corte de Constitucionalidad (CC), que significa que no tenemos un sistema totalmente atrasado.
Todo lo bueno que este proceso ha tenido ha sido por la Ley de Comisiones de Postulación (Ley Nineth) que transparentó y democratizó el mismo y todo lo malo que ha tenido, ha sido por las componendas y pago de favores entre algunos partidos y las mafias. Sólo el fortalecimiento del Estado de derecho reducirá la impunidad. Entiendo por “Estado de Derecho” el reino de la justicia en el contexto de la comunidad política (deontológica) y no sólo el de “no se metan con lo mío” que es la concepción individualista/egoísta de un grupo de ciudadanos que lo invocan a costa de lo público.
Con todo, la lucha sigue y en este proceso varias organizaciones de sociedad civil mantuvieron sus deberes en alto, pero una acción por inédita también se hizo presente y fue la campaña de columnistas denominada “Injusticia” en donde un rostro de mujer fue visible por su celo, Marielos Monzón. Felicitaciones colegas.

viernes, 2 de octubre de 2009

NINETH PRESIDENTA (2)

Varias reacciones, la mayoría positivas, me hicieron llegar de manera personal o al email y al blog de Siglo XXI, acerca de que Nineth Montenegro estaría considerando aceptar la proposición del Partido para postularse como candidata Presidencial, como una alternativa creíble frente a los populismos autoritarios de la Doña y el General. Empero, hubo dudas sobre la naturaleza de su eventual gobierno, por lo que hube de consultar con ella para conocer su propuesta. Me refirió que independientemente de que su candidatura fuera una realidad próxima o no, cuatro serían los puntos que el partido estaría sometiendo a debate para dibujar, con el resto de sectores claves del país, el diseño de un Gobierno de Salvación Nacional:
1) Un Gabinete Plural.
2) una Bancada Profesional y ética;
3) una Agenda Social Compartida y
4) un Presupuesto Público Balanceado.
Estos cuatro puntos pretenden constituirse en los catalizadores de una amplia alianza democrática y generadora de condiciones favorables para la estabilidad y crecimiento económico del país.
Lo del Gabinete Plural significa que más que un gabinete de partido o de “amigos de la Presidenta” lo que se tendría es una serie de despachos representativos de diversos sectores, integrado por profesionales calificados, probos y con vocación de servicio público. La Bancada Profesional y ética supone integrarla por guatemaltecos capaces de desarrollar Alta Política, sin importar su identidad ideológica, dialogantes, propositivos y verdaderos servidores públicos, pero con cero tolerancia con la corrupción y los extremismos.
La Agenda Social Compartida o “política de resultados”, es un concepto de que el Estado no es para desarrollar filantropía política de ningún tipo, pero debe impulsar políticas públicas transformadoras, de resultados y de largo plazo, estructurada en una Agenda del Milenio, para 20 años plazo, contando con el sector privado y la sociedad civil para su diseño, ejecución y fiscalización. Una agenda estratégica de país, que requiere de un pacto social y político para la debida identificación de las prioridades, las metas, los costos y de cómo se va a financiar. Sin una agenda estratégica concertada no hay salida a ninguna crisis actual. Un pacto de este tipo, alejaría al país del populismo pero también de la indiferencia social entre nosotros.


Las transferencias condicionadas, no serán más la base de su gobierno pero contarían éstas con el apoyo político del gobierno para que alguna entidad privada lo impulse, con las fiscalizaciones que impone la Ley.
En lo relativo al Presupuesto Balanceado, se hace énfasis en la necesaria simetría que debería haber entre ingresos y gastos, lo cual implica un gobierno responsable con el manejo de sus recursos y la transparencia para usarlos. La solvencia fiscal es un objetivo clave, pero debe ser congruente con la Agenda Social Compartida. Y en materia de seguridad no se descarta la supresión de la Policía Nacional Civil para refundarla en un cuerpo superior y eficiente, más orientado a la formación de cuerpos de elite. Ello obligaría al involucramiento de los gobiernos locales para una gestión descentralizada de la seguridad ciudadana.
Puede notarse, entonces, que más que objetivos lo que Nineth propone es el cómo, lo cual es una propuesta diferenciadora y que eleva la calidad del debate político. ¿Qué les parece?

¿NINETH PRESIDENTA? (1)

Que el panorama político guatemalteco está pobre de opciones electorales, es evidente ante el dilema que se ha estado discutiendo por estos días: o la Doña o el General, cuyos nominativos ya indican dos caras de una misma moneda de corte autoritario y populistas ambos. Pero hay que pensar en ofertas distintas, racionales, pragmáticas, incluyentes como lo es el caso de Nineth Montenegro.
Hasta donde sé, el partido del que ella es líder ha venido discutiendo la posibilidad de que tras la Asamblea General de octubre, preparar condiciones para que Nineth sea candidata presidencial.
Si el partido la llega a convencer, la oferta electoral se vería de pronto enriquecida con una dama cinco estrellas. Siendo que la cultura política guatemalteca es marcadamente carismática antes que racional, la trayectoria de Nineth en la lucha social o política, importa mucho para cubrir ambos aspectos y proporcionar un perfil integral para su consideración para la más alta magistratura del país. Su figura ya está en el top of mind entre varias cohortes societales, superando fronteras generacionales (¿quién menor de 25 o mayor de 40 no la conoce?), territoriales (en las pasadas elecciones encabezando la lista nacional superó incluso a quien postuló como candidata presidencial de su partido), étnicas y de clase. Su comprensión de la dinámica del Estado, y su lucha por transparentarlo y profesionalizarlo han sido constantes y firmes. En resumen, Nineth es ella misma un punto de equilibrio para cualquier proyecto político serio.
Varias leyes legislativas como la de Acceso a la Información Pública, Comisiones de Postulación, la defensa del Consumidor, o de los partidos políticos, dan cuenta de una preocupación que apunta al fortalecimiento de las clases medias urbanas y del interior, y en este campo ciertamente hace falta conjuntar más esfuerzos para que el riesgo económico que cotidianamente asumen las clases medias sea todavía más apoyado desde el parlamento y las políticas públicas. Nineth no es de izquierda y tampoco de derecha, tanto es así que los dignos representantes de ambas corrientes la destestan por eso, temiéndola cada uno por su lado por no poder contarla plenamente entre sus filas. Su independencia ha sido a toda prueba, lo cual algunos detractores acusan de individualismo; siendo éstos los que más se han aprovechado de su caudal para salir del anonimato.
En fin, que los analistas políticos, asesores y periodistas deben comenzar a poner en su radar a Nineth, porque su conducción al frente del Gobierno, erradicar la filantropía como política, el clientelismo convertido en corrupción y la demagogia; pero asimismo levantaría la inversión social en educación salud y seguridad como sus principales baluartes para poner a Guatemala en el liderazgo centroamericano que ha perdido. Las minorías de todo tipo hallarían cobijo en su sensibilidad social; mientras que los factores tradicionales de poder podrían confiar en que una política de carrera como ella, representa más credibilidad y garantía de que se puede impulsar un proyecto de nación conjunto, contando con los mejores talentos del país para diseñar el Gabinete, y todo con visión de largo plazo para el país, a fin de evitar la improvisación, la polarización y el sectarismos, que nos vuelve vulnerables ante las crisis internacionales y la debilidad de las instituciones democráticas.