jueves, 3 de diciembre de 2009

EL DESAFIO DE LA JUSTICIA FISCAL

La justicia fiscal es un complemento necesario para crear las condiciones de seguridad jurídica, creación de riqueza y empleo. La justicia fiscal es la necesidad de que contribuya más el que más tiene y haya suficiente para los servicios públicos que son necesarios en calidad y cobertura. El costo de tener gobierno, debe ser según el tamaño de la hamburguesa que cada quien se está comiendo. Sabido es que los recursos públicos tienen fines públicos, por tanto no se vale pretextar de antemano “el Estado se los va a robar” y encima exigir, un exorcismo moral en el sector público contra males que también hay en el sector privado. La corrupción se combate en cualquier campo, no sólo en el ajeno.
La justicia fiscal sigue siendo un gran desafío en Guatemala donde la carga tributaria no llega ni al 10% del Producto Interno Bruto (PIB), debiendo alcanzar por lo menos el 25%, del mismo. Las razones para lograrlo se basan en cuatro premisas:
a) Una razón de Estado, sus deberes y obligaciones. Lo cual requiere un liderazgo político de altura, estadista.
b) una ética social con respecto a la democracia, la democracia es geometría económica, no (solamente) aritmética política.
c) unas prioridades ordinarias de gobierno.
d) unas emergencias en casos de crisis de orden público o de tipo natural o económico (p. ej. en Colombia se aplica un impuesto del 3% a los capitales de más de un millón de dólares para financiar políticas de seguridad).
La discusión actual sobre la propuesta del Gobierno ha girado en torno a si se trata de un paquetazo, los más severos, para exagerar sus efectos; o si no es más que un parche, los más exigentes. Pero el tema no es sólo aumentar o disminuir impuestos, se trata de diseñar un sistema útil para los propósitos generales de la sociedad y de paso que cierre las goteras y las fugas ilegales.
Lo presentado por el Gobierno aparenta ser sobre todo una medida desesperada, orientada más a cubrir gastos que inversión, más ahora que la brecha fiscal se aumentará con la no aprobación del presupuesto del 2010. Pese a ello, pienso que la modernización fiscal es necesaria y cualquier medida en esa dirección ayuda. Por ejemplo, los datos indican que en Guatemala hay casi 16 millones de teléfonos móviles, surtidos por un mercado oligopólico pero dinámico y competitivo entre sí. Pero se sabe que estas empresas no reportan al fisco lo que sus cuentas de ingresos registran: al fisco lo aritmético y a sus cuentas lo geométrico. Además se saltan la formalidad para fomentar el sector informal de la economía en las esquinas, ni se diga la manía de reservarse para sí millones de minutos que son de los consumidores (por redondeo). La mayoría de medidas que ha anunciado el gobierno son razonables, como la de actualizar el precio de costo e inflación del papel sellado, o garantizar el ISO a cuenta del ISR para grandes contribuyentes. Pienso que trabajar en dirección de la justicia fiscal sirve más al próximo gobierno que a este. Pero en nuestro país imperan más dos tipos de actitudes anti impuestos: a) en la clase política el inmediatismo y las apetencias electorales adelantadas. Y en la clase empresarial, un antiestatismo por principio que se traduce en una falta de responsabilidad con el país.
Ambas se constituyen en un freno para el desarrollo social, que sólo el fortalecimiento de la autoridad moral y legal del Estado Democrático de Derecho, puede hacer superar. La autoridad no excluye el consenso.

jueves, 26 de noviembre de 2009

DIME DESDE DONDE HABLAS….

… Y te diré quién eres. Esa podría ser la simplificación de lo que en un anterior artículo abordé el tema del polilogismo, el reconocimiento de que la Verdad suele tener una naturaleza contextual y diversa, según una determinada construcción social, de donde resulta que hay muchas lógicas, casi todas ellas válidas en sí mismas. Conviene tenerlo en cuenta, Pero no necesariamente para cuestionar su esencia sino para poner en perspectiva las posibles intencionalidades de los interlocutores: si la defensa o la promoción de algún bien simbólico o material. En todo caso, son las reglas de la lógica y de la ciencia son las que ayudan a determinar el grado de veracidad de los postulados en cuestión, o si al contrario, son mera retórica –arte de usar argumentos provocadores pero con poco sustento con la realidad- o mera propagada –arte de crear necesidades artificiales apelando a las emociones-.
Ahondando sobre este punto que algunos me han solicitado, señalo lo que en ciencias sociales se ha constatado prolijamente, que la verdad suele estar influida por al menos tres factores: a) el lugar epistemológico, b) el lugar social y c) el lugar histórico desde donde se producen.
Con respecto al lugar epistemológico, significa que el grado de veracidad de una verdad depende mucho del marco teórico y metodológico empleado para establecerla. No es lo mismo hablar de la Democracia como un mero método de selección aritmética que como una lucha por la soberanía popular. A mayor ciudadanía mayor democratización. O de los impuestos como un deber ciudadano en vez de un despojo; o de la libertad como un valor multidimensional universal, pero siempre relativo a verla como sinónimo de propiedad individual, únicamente (así F. Bastiat). Tampoco es lo mismo aplicar estándares demasiados altos a un fenómeno para hacer que la realidad coincida con la teoría y no al revés.
Con respecto al lugar social indica lo obvio: no es lo mismo hablar desde la perspectiva del que tiene y retiene del que no tiene. Ni desde el que habla como jefe que del que está abajo; ni desde el que es creyente que del que no lo es; en fin. Asimismo el lugar histórico indica que no es lo mismo justificar la esclavitud en el siglo XVII, que hacerlo desde el siglo XXI donde la vigencia de los derechos humanos hace inmoral dicha práctica, si bien nuevas y sutiles formas de esclavitud se erigen cada día en nombre de la flexibilidad laboral. Tampoco es lo mismo hablar del uso del condón en los años 60 cuando podía ser solo una moda en medio de una sociedad conservadora, que ahora mismo en tiempos de sobrepoblación, enfermedades de transmisión sexual y la revolución tecnológica.
Algunos quisieran que este tipo de análisis no se aplicaran, sino que simplemente se reconociera la absoluta validez de sus verdades particulares. Pero ello no sólo no es posible sino que bien aplicadas estas referencias nos ayudan a desnudar intencionalidades y las megafalacias sobre las que se erigen determinadas posiciones grupales.
Recientemente escuché de un amigo decir que Guatemala era una sociedad socialista y del peor tipo. Otro afirmaba que en Guatemala no existe libertad económica. Siendo que ambas afirmaciones apuntan hacia lo mismo, negar la realidad o distorsionarla, la única explicación es que su intencionalidad es promover la veracidad de su propio evangelio, sin evidencia de por medio.

jueves, 19 de noviembre de 2009

PROREFORMA Y LOS OPTIMATES, ¿VAN?

La Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales del Congreso de la República, ya terminó con las Audiencias Públicas para escuchar a diversos sectores sociales sobre las propuestas de reformas constitucionales, especialmente el Proyecto de Constitución de Pro de Reforma, que es la que ha recibido mayor atención. Se sabe que ahora los miembros de la Comisión dispondrán de una “encerrona” de tres días para consensuar la forma del dictamen. Los registros secretariales de la Comisión confirman que entre las casi 90 entidades sociales y sectoriales consultadas en las Audiencias Públicas del Congreso, apenas 6 organizaciones ligadas moral, personal e intelectualmente entre sí, respaldan la de Pro Reforma.
Como se sabe, la propuesta de Pro Reforma se basa en la idea gravitacional de la Universidad Francisco Marroquín de que el Mercado debe ser libre de todo control y rectoría por parte del Estado Democrático (i.e. sus instituciones, políticas e impuestos), para lo cual proponen situar el Derecho Privado por encima del Derecho Público, para lo cual se vuelve fundamental el diseño de un Senado muy parecido al que planteaban los Optimates –corriente aristocrática enemiga del pueblo en especial de las leyes agrarias, del periodo de la República Romana tardía-. Los optimates era la crema y nata de los Nobile (familias nobles) para quienes abogaban mayores privilegios, por lo que sus principales adversarios eran la fracción política de los Populares. Los Optimates reclamaban volver a un Senado restringido, minúsculo y sin los odiados Populares. El parecido con la esencia de la propuesta de Pro Reforma y de Hayek en particular, es notorio. En efecto, yo he escrito antes que tal propuesta persigue reconocer a nivel constitucional “la soberanía de la minoría”; sobre la base de absolutización teórica de los derechos de propiedad individual. Misma que no es otra cosa que la elevación de la ideología elitista dominante como ideología oficial de la comunidad política, entre otras consecuencias secundarias.
Volviendo al punto, la tardanza del dictamen por parte de la Comisión ha hecho sospechar a muchos que el cabildeo de este particular nuevo grupo de presión que son los libertaristas, está surtiendo efecto. Porque la resolución del caso, parecía sencilla, anecdótica, pero no ha sido así. Más bien parece que ahora algunos miembros de la Comisión tienen el dilema de decirle a Pro Reforma: a) “los elementos de análisis indican, que su propuesta es descabellada y/o contiene demasiadas anomalías constitucionales”; o: b) “hallemos una salida honrosa para su importante aporte”.
Supongamos que este 26 de noviembre cuando empiezan las deliberaciones sobre este punto en el Congreso, la Comisión le propone a Pro Reforma una solución castrada de su propuesta, digamos, sin el tema del Senado, ¿lo aceptarán? Podría ser que lo acepten en un acto de audacia adoptando una estrategia de gradualismo político, yendo a paso a pasos, como en el caso del crédito cero bancario. En este escenario sólo la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) podría inclinar la balanza, pues urgidos como están de una reforma fiscal y sabiendo que entre Pro Reforma y el sector privado organizado hay una íntima conexión ideológica, bien podrían negociar a cambio de que la reforma se apruebe. Si esto ocurre, el otro año tendremos una Consulta Popular sobre unas reformas constitucionales que no son las que la sociedad necesita para modernizar y democratizar el Estado y la Democracia. sigloxxi.com, jueves 19 de nov.

lunes, 12 de octubre de 2009

AUTORITARISMO Y DEMOCRACIA

(O, de por qué era necesario condenar el Golpe de Estado hondureño). La democracia como sistema tiene muchos enemigos, como toda sociedad abierta. Pero ella es el reino de la libertad con propósito. Esto es así, debido al origen de su legitimidad -el pueblo-; por sus fines –poder para todos-; por sus medios –elecciones libres y abiertas-; por su esencia –el mandato de la mayoría y el pluralismo-; y por su forma –la igualdad-, que hacen de ésta la síntesis de lo público y lo privado. Tal sería una noción prescriptiva y horizontal de la democracia. Las alternativas a ella son el autoritarismo o la fachada democrática. En la primera, se pueden distinguir tres clases: a) las dictaduras; b) los gobiernos autoritarios, y c) los estilos autoritarios a todas las caracteriza la intolerancia ideológica con los “ajenos”. Las primeras, son las dictaduras típicas, que pueden ser singulares o plurales, carismáticas o burocráticas. En nombre de pretendidos valores universales –como defensa de la libertad- imponen en realidad su orden, su disciplina por coacción, para aplacar la libertad de ser, individual, intelectual y colectiva.
En cambio, los gobiernos autoritarios son aquellos donde la realidad indica que unas élites claramente identificadas y de manera permanente boicotean el reciclaje del sistema. Que incluso pueden convivir con la democracia pero en una forma enrarecida de ella. Sus controladores son grupos exclusivos que en nombre de valores universales -como la libertad- la usan como excusa para defender sus privilegios de casta en el poder (político/económico). La democracia se convierte en una especie de religión falsa, la que por intermedio de la gran prensa, nos que vende la idea de que el voto es una hostia sagrada, en el que por gracia infusa somos demócratas cada cierto tiempo, cuando en la práctica asistimos a un juego competitivo entre los mismos grupos dominantes en vez de un libre examen de ideas, líderes y alternativas.
Otra forma de gobierno autoritario, es la degeneración de los gobiernos mayoritarios, que son cuando las mayorías parlamentarias se rigen por la arbitrariedad y no por el consenso. Que desoyen y debilitan a la oposición política. De ahí que sean necesarias medidas preventivas en el sistema constitucional: separación de poderes, igualdad del voto y/o individualización de la representación política; libertad de expresión y asociación, para asegurar voz a los excluidos.
En la tercera forma denotativa, la de los estilos autoritarios, es la que encierra carisma y poder en ciertos liderazgos y por ello sólo las instituciones democráticas es el antídoto a la tiranía. Para combatirles es inaceptable inyectar medicinas que empeoren la enfermedad.
Dictaduras políticas hay pocas hoy día, gobiernos autoritarios abundan, y los estilos autoritarios todavía más. La diferencia está en el compromiso con la democracia para erradicar el autoritarismo como opción. Por eso era necesario que en Guatemala ciertos grupos empresariales y políticos se distanciaran de la extrema derecha condenando el Golpe de Estado en Honduras, para no dejar en ridículo su apoyo discursivo al Estado de Derecho tanto como su adhesión a la democracia vigente, porque nadie quieres verlos como potenciales promotores de Golpes de Estado en Guatemala. En 1992 muchos sectores manifestamos cero tolerancia con el Golpe porque esa es la frontera entre demócratas y reaccionarios. sigloxxi.com

miércoles, 7 de octubre de 2009

EL DUO DINAMICO: CASTRESANA Y NINETH

Carlos Castresana en la esquina internacional junto con Nineth Montenegro en la esquina nacional, han demostrado indefectiblemente que lo que les mueve es la depuración y fortalecimiento del Estado de Derecho en Guatemala, lo cual implica el combate de la impunidad, la corrupción y las mafias incrustadas en el Estado. En esa lucha no están solos, una pléyades de entidades de la sociedad civil y empresarial, más la comunidad diplomática, les han acompañado. Pero también hay muchos obstáculos en el camino, el crimen organizado, el contrabando, ex agentes de seguridad del Estado que confabulan invirtiendo millones para salirse con la suya comprando voluntades de profesionales y políticos corruptos.
De lado oscuro de esta lucha por transformar las instituciones de justicia, también hay personas y entidades que no deberían aparecer allí. Resulta extraña la oposición que desde el principio mantuvo, por ejemplo, el Presidente Álvaro Colom contra la Ley de Comisiones de Postulación y la posición ominosa de su partido la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) (y otros partidos transas), en aparente contubernio con el tristemente célebre Rey del Tenis.
Se trata del concepto en general de “Estado capturado”, que acuñó el Banco Mundial para referirse al aparato público penetrado e influenciado por actores no legítimos de la lucha política, insertados mediante la compra de voluntades o infiltrados, o mediante boicots financieros con el fin de obtener pago de favores; usar información privilegiada; acceder a negocios lícitos sin tanta competencia y autogarantizarse impunidad en las Cortes.
Es fácil comprender que el Estado de Guatemala siempre ha estado “capturado” por algunos de los grupos de poder político o económico que lo han usado para beneficiarse al margen de procesos legítimos. Pero hoy día a los tradicionales factores de poder que se han movido a la sombra del aparato público, también se han sumado a la competencia los grupos infames del pasado, crecidos al amparo de la impunidad y la anorexia estatal. Para la extrema derecha que desde el inicio despotricó (ya por principio, ya por comparsa con las mafias) contra la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG) deberían ahora estar reevaluando su esquema, porque sus resultados positivos son obvios.
Pero también nuestras instituciones han funcionado, no todo está podrido, si no véase el determinante papel de la Corte de Constitucionalidad (CC), que significa que no tenemos un sistema totalmente atrasado.
Todo lo bueno que este proceso ha tenido ha sido por la Ley de Comisiones de Postulación (Ley Nineth) que transparentó y democratizó el mismo y todo lo malo que ha tenido, ha sido por las componendas y pago de favores entre algunos partidos y las mafias. Sólo el fortalecimiento del Estado de derecho reducirá la impunidad. Entiendo por “Estado de Derecho” el reino de la justicia en el contexto de la comunidad política (deontológica) y no sólo el de “no se metan con lo mío” que es la concepción individualista/egoísta de un grupo de ciudadanos que lo invocan a costa de lo público.
Con todo, la lucha sigue y en este proceso varias organizaciones de sociedad civil mantuvieron sus deberes en alto, pero una acción por inédita también se hizo presente y fue la campaña de columnistas denominada “Injusticia” en donde un rostro de mujer fue visible por su celo, Marielos Monzón. Felicitaciones colegas.

viernes, 2 de octubre de 2009

NINETH PRESIDENTA (2)

Varias reacciones, la mayoría positivas, me hicieron llegar de manera personal o al email y al blog de Siglo XXI, acerca de que Nineth Montenegro estaría considerando aceptar la proposición del Partido para postularse como candidata Presidencial, como una alternativa creíble frente a los populismos autoritarios de la Doña y el General. Empero, hubo dudas sobre la naturaleza de su eventual gobierno, por lo que hube de consultar con ella para conocer su propuesta. Me refirió que independientemente de que su candidatura fuera una realidad próxima o no, cuatro serían los puntos que el partido estaría sometiendo a debate para dibujar, con el resto de sectores claves del país, el diseño de un Gobierno de Salvación Nacional:
1) Un Gabinete Plural.
2) una Bancada Profesional y ética;
3) una Agenda Social Compartida y
4) un Presupuesto Público Balanceado.
Estos cuatro puntos pretenden constituirse en los catalizadores de una amplia alianza democrática y generadora de condiciones favorables para la estabilidad y crecimiento económico del país.
Lo del Gabinete Plural significa que más que un gabinete de partido o de “amigos de la Presidenta” lo que se tendría es una serie de despachos representativos de diversos sectores, integrado por profesionales calificados, probos y con vocación de servicio público. La Bancada Profesional y ética supone integrarla por guatemaltecos capaces de desarrollar Alta Política, sin importar su identidad ideológica, dialogantes, propositivos y verdaderos servidores públicos, pero con cero tolerancia con la corrupción y los extremismos.
La Agenda Social Compartida o “política de resultados”, es un concepto de que el Estado no es para desarrollar filantropía política de ningún tipo, pero debe impulsar políticas públicas transformadoras, de resultados y de largo plazo, estructurada en una Agenda del Milenio, para 20 años plazo, contando con el sector privado y la sociedad civil para su diseño, ejecución y fiscalización. Una agenda estratégica de país, que requiere de un pacto social y político para la debida identificación de las prioridades, las metas, los costos y de cómo se va a financiar. Sin una agenda estratégica concertada no hay salida a ninguna crisis actual. Un pacto de este tipo, alejaría al país del populismo pero también de la indiferencia social entre nosotros.


Las transferencias condicionadas, no serán más la base de su gobierno pero contarían éstas con el apoyo político del gobierno para que alguna entidad privada lo impulse, con las fiscalizaciones que impone la Ley.
En lo relativo al Presupuesto Balanceado, se hace énfasis en la necesaria simetría que debería haber entre ingresos y gastos, lo cual implica un gobierno responsable con el manejo de sus recursos y la transparencia para usarlos. La solvencia fiscal es un objetivo clave, pero debe ser congruente con la Agenda Social Compartida. Y en materia de seguridad no se descarta la supresión de la Policía Nacional Civil para refundarla en un cuerpo superior y eficiente, más orientado a la formación de cuerpos de elite. Ello obligaría al involucramiento de los gobiernos locales para una gestión descentralizada de la seguridad ciudadana.
Puede notarse, entonces, que más que objetivos lo que Nineth propone es el cómo, lo cual es una propuesta diferenciadora y que eleva la calidad del debate político. ¿Qué les parece?

¿NINETH PRESIDENTA? (1)

Que el panorama político guatemalteco está pobre de opciones electorales, es evidente ante el dilema que se ha estado discutiendo por estos días: o la Doña o el General, cuyos nominativos ya indican dos caras de una misma moneda de corte autoritario y populistas ambos. Pero hay que pensar en ofertas distintas, racionales, pragmáticas, incluyentes como lo es el caso de Nineth Montenegro.
Hasta donde sé, el partido del que ella es líder ha venido discutiendo la posibilidad de que tras la Asamblea General de octubre, preparar condiciones para que Nineth sea candidata presidencial.
Si el partido la llega a convencer, la oferta electoral se vería de pronto enriquecida con una dama cinco estrellas. Siendo que la cultura política guatemalteca es marcadamente carismática antes que racional, la trayectoria de Nineth en la lucha social o política, importa mucho para cubrir ambos aspectos y proporcionar un perfil integral para su consideración para la más alta magistratura del país. Su figura ya está en el top of mind entre varias cohortes societales, superando fronteras generacionales (¿quién menor de 25 o mayor de 40 no la conoce?), territoriales (en las pasadas elecciones encabezando la lista nacional superó incluso a quien postuló como candidata presidencial de su partido), étnicas y de clase. Su comprensión de la dinámica del Estado, y su lucha por transparentarlo y profesionalizarlo han sido constantes y firmes. En resumen, Nineth es ella misma un punto de equilibrio para cualquier proyecto político serio.
Varias leyes legislativas como la de Acceso a la Información Pública, Comisiones de Postulación, la defensa del Consumidor, o de los partidos políticos, dan cuenta de una preocupación que apunta al fortalecimiento de las clases medias urbanas y del interior, y en este campo ciertamente hace falta conjuntar más esfuerzos para que el riesgo económico que cotidianamente asumen las clases medias sea todavía más apoyado desde el parlamento y las políticas públicas. Nineth no es de izquierda y tampoco de derecha, tanto es así que los dignos representantes de ambas corrientes la destestan por eso, temiéndola cada uno por su lado por no poder contarla plenamente entre sus filas. Su independencia ha sido a toda prueba, lo cual algunos detractores acusan de individualismo; siendo éstos los que más se han aprovechado de su caudal para salir del anonimato.
En fin, que los analistas políticos, asesores y periodistas deben comenzar a poner en su radar a Nineth, porque su conducción al frente del Gobierno, erradicar la filantropía como política, el clientelismo convertido en corrupción y la demagogia; pero asimismo levantaría la inversión social en educación salud y seguridad como sus principales baluartes para poner a Guatemala en el liderazgo centroamericano que ha perdido. Las minorías de todo tipo hallarían cobijo en su sensibilidad social; mientras que los factores tradicionales de poder podrían confiar en que una política de carrera como ella, representa más credibilidad y garantía de que se puede impulsar un proyecto de nación conjunto, contando con los mejores talentos del país para diseñar el Gabinete, y todo con visión de largo plazo para el país, a fin de evitar la improvisación, la polarización y el sectarismos, que nos vuelve vulnerables ante las crisis internacionales y la debilidad de las instituciones democráticas.